Houston, tengo miedo


Flores para muertos que se marchitan entre parábolas de vivos. Detrás de mí, la mujer que me dejó, delante, entre tus piernas, yo. ¿Hacia dónde vamos? Sabrías explicarme, por qué de vez en cuando me sorprende esta ansiedad. ¿Por qué no puedo dejar de llorar?

-Chema, mañana tenemos que subir a casa de Luís

-¿Mañana?
-¿Qué ocurre?¿No puedes?
-No es eso
-¡Ya estamos!

Me gustaría comprender por qué a veces me vuelvo eufórico, y otras, me encojo como la cabecita de una tortuga ante un extraño. No tengo ganas, cómo contarte, que simplemente no tengo ganas de seguir, que me siento amortajado.

-¡No lo entiendes!
-¡Ya basta! ¿Llamaste a Juan?
-No voy a volver con la medicación
-¿Llamaste a Juan?
-¿Para qué?
-¡Quedamos en eso!
-¡Quedamos en que me lo pensaría!
-¡No!-enfurecida- Volverías con él, e intentaríamos salir los dos de esta...

El final se acerca, lentamente, a golpes. Paula se endereza sobre la silla, le mira retándole. Le cuenta sin hablar que está cansada del imbécil que tiene por pareja.

-Dime, ¿qué es un trastorno de personalidad?
-(Google, ¡cuánto daño estás haciendo!)
-¿Por qué tengo estos bajones?
-Tienes que tomar la medicación -contenida
-Me amuerma, no sirvo para nada...

Escucho como mi psicólogo repite lo que ya he oído antes. A él, a ti, a mí mismo. Macerándose están los pensamientos de suicidio. Diagnóstico profético.

-¿Cómo voy a seguir?
-Han pasado cuatro años (Yo, estoy yo)
-(¡Dios, sí!)

Cosquillean en mis sentidos hormigas y cigarras. Las primeras encienden el despertador cada mañana, las segundas bajan las persianas. No me encuentro bien.
-Una vez al mes, (cada 28 días), siento como el mundo se me cae encima.
-Ya -haciendo que escucha
-En otros momentos sonrío tanto que me duele.
-¿Y?
-Si me desvelo a medianoche, busco la manera de dormirme en seguida para no pensar en el día siguiente. Y durante el fin de semana, me levanto de cama en cuanto me despierto, para no soñar con los días en que no pasó.
-¿En que no pasó?
-Sí, en que no pasó. En que no pasó aquello que me hubiera hecho disfrutar, ahorrar tiempo. En que no pasó aquello que hubiera hecho que hoy estubiera casada con él, que hubiera conseguido ser la jefa de sección, que me hubiera hecho crecer un par de centímetros..
-Jaja
-Que hubiera ahorrado la muerte de mi padre, el grito a mi madre, el silencio del hermano enfadado...
-(Lo siento)
-El despido de la cabrona del Lidl, una noche de mal follar...
-Paula
-No, Paula, no. ¡Mierda! (¡Estoy hasta los ovarios!)

La vida, de vez en cuando, duele. Duele, cariño.
Y si lo sabes, acéptalo, con diagnóstico o sin él.
*Imagen: Love of Lesbian

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