¿Me quieres?


Existen razones que con el tiempo vamos comprendiendo. Como aquella expresión del hombre viejo y encogido que te explica, anudando su reflexión en tu garganta:
"-Mi hija se avergüenza de mí
-Es la adolescencia -respondes"

Con eso justificamos todo, incluso a aquel que ya pasados los cuarenta sigue siendo un imbécil.

-¿Vas a subir el domingo?
-¿A ver el partido? ¡Ni de coña!
-No creo que pase
-¡Y si no pasa me da igual!

Cuanto más ruído hagas es peor, porque luego cuando quieres relajarte, no te dejan. No se lo creen. Piensan que es una excusa, igual que estás desarrollando una de esas enfermedades raras...

-Yo creo que tiene una depresión
-Ah, sí

O "ah, no", ¡no te jode! Otorgas al que recita una autoridad que no posee, y luego, si me la han diagnósticado en toda la empresa, ya no hay quien se quite el sanbenito. Como cuando liaron al de ventanilla con la abogada, que porque sé que el de ventanilla estaba conmigo, que si no, me lo hubiera creído. Ya sé, podría estar poniéndome los cuernos, pero entiéndeme, sé lo que hay, y... no. Suerte tiene con que de vez en cuando yo tenga ganas de un abrazo y, sea perezosa para buscar en el staff de esta u otra empresa.

-¿Qué?
-Joer, ¿qué? ¿tienes el día?
-¿Por?
-No sé
-¿A qué día te refieres?

No, no tengo la regla, ni es lunallena. Simplemente me jode llegar a la oficina y sentir como nos arrancamos los brazos, los ojos y los hígados, por si hacen falta y no nos llega con mostrar los propios. El brazo de un compañero, es doblemente valioso:

-El se queda con uno, y yo sumo tres
-¿Qué?
-Cosas mías
-¿Hablas sola?
-(Algunas veces, y me contesto, también)

Hace seis años llegué con tantas ganas que me las dejé estampadas en varias ocasiones, en la mesa de los jefes y pseudojefes. Me amputaron todo, me sacaron hasta el bazo.

-(Y yo sólo quería caerles bien) Jajaja
-No te digo, estás como una regadera
De casi cuarenta que somos, me queda el de ventanilla (cogido por los huevos) y Chema. Opté por retirarme a un prudente segundo plano (en el primero ya me habían colocado malintencionadamente), y como se trataba de amputarme algo más, decidieron que fuese el cerebro.

-Tiene una depresión.
Desde hace un tiempo, cojo alguna que otra baja, por joder, más que por otra cosa.

-Estoy deprimida, doctor.

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