Ayer suave,

hoy dulce.

Perdió sus hadas
y yo las mías.

Añoradas falsas
que escondidas vivían
detrás del último árbol
que hacía compañía
al escarabajo
que allí yacía.

Ayer suave,
hoy dulce.
Ayer suave,
hoy dulce.
Ayer suave,
hoy dulce.
Ayer suave,
hoy dulce.
Ayer suave,
hoy dulce.

Ayer... 
hoy, duele

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