Delirios de impulso.

Lazos largos.

Nada me calma.
Nada me calma.
Nada me calma.

Vivir trastornada en la expresión de la fantasía.
Acariciar mis ansias, mientras dormías
en la muerte.


Nada.
Nada me calma.

Todo lo que pasa a mi alrededor.
Todo lo que vivo en mi interior.

Nada.

No hay angustia comparable a tus ojos oprimidos
a tu sangre estremecida dentro del eclipse oscuro,
a tu violencia granate, sordomuda en la penumbra, 
a tu gran rey prisionero,...*

Nada me calma.
Nada.
Nada.

Así estoy bien.

QUE NADA ME CALME.
*F. García Lorca

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