Hermoso es el dolor

-¡Noo!
-¡Mi reina!
-¿Dónde está mi hija?
-¿Su hija majestad?
-¿Dónde la tienen?
-El príncipe está con el doctor, -responde el criado- parece que se encuentra mejor
-¿El príncipe?
-Shú, ¿qué ocurre?
-No sé, me cuentan que mi hijo,...-confundida- ¿dónde está mi hija?
-Señora, está delirando, ¿se encuentra bien?
-Necesito dormir
-¿Dormir? -nerviosa- la acompaño
-Virginia, ¿dónde está tu pequeño?
-No me diga eso
-¿Está con mi pequeña?
Libertad lúcida del yonqui, ¿qué pretendes? Sujeta las palabras que escupes, pudiera ser que nos hiciésemos daño. Igual no me importase quién seas, igual no me importase abofetear tu enfermedad. ¿Cuánto puede suponer? El puesto de mi esposo, mi condena. No sería más grande que lo que escucho. No me atravesaría tan afilado.
¿Dónde están nuestros hijos cuándo apuran su aventura de vivir? Más rápido, más corto. Cuento los segundos hasta el ataud. Cuento los pasos desde el mármol hasta mi cama.
-¿Dónde?
-Oh, ¡cállate!
Se escuchan las balas en el despacho del doctor.
-¿Está mejor?
-Necesita descansar
Me pregunto si él me tendría tan presente. Si intentaría secuestrar mi perfume, evocar mi sonrisa... Si desearía como yo que el río se lo tragase.
-¿A dónde va?
-Me has asustado -sorprendida- Tutéame por favor....
...sé que soy vieja, no necesito que me lo recuerden. Hace frío, no me importa que te acerques.
-Voy hacia casa
-¿Ha ocurrido algo, la noto no sé...?
- Paio, ya sabes lo que me pasa
-Estoy en ello
-Yo también, -con tristeza- en cuerpo y alma...
Si me acerco, tal vez piense que soy una vieja enferma. No sé qué prefiero la enfermedad mental o la física. Lo que no quiero es la vejez... ¡qué se le va a hacer!
-¿Tiene frío?
-No
-Cerca tengo el coche, puedo subirla a casa...
-Prefiero dar un paseo, parece que la noche queda agradable
Ni desde el mismo infierno la dibujarían menos apetecible.
-Además quiero pasar primero por donde mi hijo
-Deje que vaya con usted
-Hoy no
Se debatía entre no sabe qué rivales pensamientos, vencía el que pedía soledad, aunque dolía. Ni siquiera tenía muy claro lo de visitar el cementerio esa noche.
-Alkaian ha hablado con tu hermano
-Lo sé
-Suuu -le hace un gesto para que se calle
-¿Qué?
Frey se esconde de Lí. La sacerdotisa descubre que la mujer del gobernador viene a visitar a su hijo.

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