Los colegas se casaron en la Robleda. Yo, como siempre, había llegao tarde. Pero en la misa, chaval, me dio tiempo pá leer lo que me habían mandao: El poema ese del “Se querían” del Aleixandre.
Después del papeo del principio, donde nos
pusieron de too, nos hicimos unos selfis. Luego, fue cuando avisaron para sentarse en
las mesas. ¡Muy guay y tal!
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