Por el abrazo de Kokoschka


Mientras caminas y tu mente vaguea en los delirios que te puedes permitir. Me pregunto si te vendrías conmigo. Si les faltarías, si llegarías tarde a casa.

-(Perdona. Te molesto. Está bien. Dejaré de observarte.)

Mientras tomas el café y tu boca susurra voces al amigo que te acompaña. Me pregunto si hablarías conmigo. Si me contarías secretos, si te reirías a mi lado.

-(Perdona. Te molesto. Está bien. Dejaré de observarte.)

Sentada así. Dormida. Hasta cuándo podré aguantarte en esta postura. Mientras camino y mi mente vaguea. Mientras tomo café y susurra mi boca. Me enloquece pensarte.
-(Perdona. No me molesta. Está bien. Pero no dejes de observarme.)

Ocurre mientras te espero. ¿Te preguntas lo que yo? Mírame. Tienes mi alma si la quieres coger. ¿Te sorprende? Si dejaras que ella se alejase. Ahora mismo. Al tiempo en que el aire se vuelve gris, así se colorean mis sentidos. Un sentimiento en mi copa, un guante seco por mano. Agua salada por sonrisa. Abrazarte como si tal cosa, cerrar tus ojos y los míos. ¿Dónde se ha quedado la noche?
-Debería esconderme, recoger mis sentidos e irme a dormir.
Se ha despertado.

-(Perdona.Ya no te molesto. Está bien. Dejaré de llorarte.)

Son eternas las cosas, más que una vida. Sus cosas. Las mías. Pensamientos a medio crear. Vino sobre la mesa. Agua. ¿No te aburres a mi lado?

-Niñas que murmuran...

Se encuentran las palabras, se escapan sin preguntar. Lamen los cachorros, la carne que se guarda de no morir de momento. Las madreselvas se evaporan. Ungüentos de incienso visten nuestros sabores. Se filtra benjuí en nuestra razón. Y mientras tanto, dispongo en orden mis sensaciones.

Sirviendo café mojado en leche. Sorprendida hablando sola. Mirándome el ombligo. Discutiendo con mi espejo. Ahora entiendo, lo que para mí no quiero.
-
-¿Sí?
-Cuando me ahorqueis, ¿me regalarás una de tus pócimas?
-¿Pero qué me estás diciendo?
-Me jodería que creyesen que tengo miedo
-No me cuentes tonterías
-¡No son sandeces!-enfadado-¡No quiero que los hijosdeputa, me vean llorar como un niño!
-No sabes aún...
-¡Por favor! Todos lo sabemos, y mi madre,... esa gran puta, ya estará arreglándome el apartamento de sanpedro
-Amargo...
-Me hubiera gustado morir por haber acabado con ella, por ejemplo... A alguno más me hubiera llevado en el camino
-No quiero escucharlo
-¿Preferirías que pidiésemos un ratito para nosotros?
Se sonroja.
-Jaja
-¡Imbécil!
-Tú, por desear al monstruo. Vaya problema, ¿no?
"-Alma, ¿me quieres?
-Tal vez
-¿Más que a Gustav?
-Tal vez
-¿Hasta la locura?
-Oskar, hasta la locura, te tengo miedo"
La novia del viento, Kokoschka

No hay comentarios: